03 noviembre 2010

Bodorrio, tercera parte


Desde hace ya bastante tiempo tenía claro que no quería velo para mi boda, aunque tampoco sabía muy bien qué iba a hacer.

Cuando llegó el momento decidí que lo mejor sería hacer un tocado. Qué mejor para un día tan especial que llevar algo hecho por una misma ¿no?

Y como yo soy así, no me valió con uno, sino que me tuve que hacer dos: uno más original para la ceremonia y otro más cómodo para la cena y posterior fiesta.

Para hacer este último aproveché un retal de tela de mi vestido, que encargué a Ogadenia Díaz (y que quedó increíble). 

La maravillosa tela de mi vestido llevaba cosidas un montón de florecitas chiquititas con algo de pedrería, así que no hacía falta mucho más. Montada sobre diadema (no hay nada más cómodo) y con una pequeña pluma y un detalle. Sencillo pero perfecto.

Y aquí va una imagen mía justo antes del banquete con el tocado bien colocadito


En la próxima entrega veremos el tocado de la ceremonia... ¡¡dentro de muy poquito en el blog!! 

No hay comentarios:

Publicar un comentario