02 octubre 2010

Bodorrio, primera parte



¡Ya estamos de vuelta! Se acabaron las vacaciones, una pena.


La verdad es que han sido bastante largas, pero por una buena razón y es que ¡me he casado! Es por eso lo del título de la entrada de hoy y de un par más que espero poder subir esta semana que viene.
Y es que no hay mejor boda que la de una misma para poder desarrollar la creatividad y atrevernos con cosas nuevas, no todo va a ser siempre el velo... Pero vamos por partes, no quiero adelantar próximas entradas...

La primera de las creaciones de la boda que os voy a mostrar es la que llevo mi hermana. Había elegido un precioso vestido corto en color rojo de Karen Millen, una marca que le encanta (y con razón, que tiene unas cosas realmente elegantes y bonitas).

Acompañaban al vestido unos increíbles zapatos negros con un taconazo en plata (no tengo fotos ¡lo siento!) y un bolso también en negro.
Así que decidimos crear una diadema en los tonos de los zapatos: negro y plata

La verdad es que me lo puso fácil porque no me dio ninguna directriz, mientras el tocado no tuviera demasiado volumen... Hay que tener en cuenta que era una boda de noche, y ya sabemos los tocados han de ser más bien discretitos (nada de pamelas ni alas gigantes).

Después de unir varios tipos de telas, cintas y plumas, así quedó:


Y así de espectacular estaba Ruth durante la ceremonia y el banquete:


¡¡Si es que tengo una hermana la mar de guapa!!




1 comentario:

  1. La diadema preciosa, y eso que tenía mucho trabajo con su propia boda pudo hacerme el tocado más bonito del mundo, un besote enorme. Gracias por lo de guapa pero la princesa estaba maravillosa.

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